El camino estrecho al norte profundo, de Richard Flanagan

⭐⭐⭐

 ♫♫♫  Rain - Ryuichi Sakamoto ♫♫♫

 

Quizás debería haber empezado a leer a Richard Flanagan cronológicamente y haberlo hecho  primero por esta novela, ganadora del Booker en 2014, y lo digo porque me ha dejado bastante fria. Pero empecé a leerlo por el final, por sus últimas obras, "El mar vivo de los sueños despiertos" (2021) y "Question 7" (2023), que literalmente me entusiasmaron por esa carga entre autoficcion, realismo magico, biografía novelizada o simplemente, un género nuevo que ha llevado a su terreno Flanagan y que es una mezcla de otros . "El camino estrecho al norte profundo" es una buena novela, solo que es demasiado lineal, y en mi opinión la historia de amor resulta un tanto gratuita, como una especie de cebo para atraer en medio de un tema tan crudo, vaya que me ha aburrido soberanamente por cómo está planteada. El  padre de Flanagan fue un sobreviviente del Ferrocarril de la Muerte de Birmania y  de alguna forma su hijo construye toda una novela en homenaje a su padre, pero así y todo me ha dejado fría porque mi problema creo que ha estado en que me pasé todo el tiempo recordando  sus dos últimas obras que me conmovieron y me emocionaron en muchos momentos. "El camino estrecho al norte profundo" es una novela histórica  sobre el horror de la guerra durante la construcción del ferrocarril de la muerte pero el último tramo decae, se alarga y adquiere un tono demasiado dramático. No me malinterpretéis es una buena novela, pero a mí no me llegó aunque donde mejor se luce Flanagan es en el retrato psicológico de sus personajes centrales, Dorrigo Evans, Nakamura o la misma Amy,, con sus agónicas soledades a cuestas y por supuesto en el poder de la memoria (tema central de las tres novelas que leído suyas), porque toda la novela es la revisitación de una vida. Igual soy un poco injusta con esta puntuación a un autor que descubrí este año y me encandiló, pero esta, su novela más popular, no ha conseguido entusiasmarme

"Dada su procedencia y naturaleza urbanita, Nakamura tenía la creciente sensación de que la vida le deparaba una extraña e inesperada soledad. Una soledad que lo atormentaba cada vez más.  Se volcaba en el trabajo para acallar esos sentimientos desasosegantes..."