Corazones hambrientos, de Anzia Yezierska


 ♫♫♫ Woman - Neneh Cherry ♫♫♫

 

En Rusia podías tener la esperanza de huir de tus problemas yendo a América. ¿A dónde irás ahora que ya vives en Estados Unidos?"


Corazones hambrientos es una colección de relatos que fue publicada en 1920 justo a finales del nuevo éxodo que había arrastrado a dos y medio millones de judíos desde la Europa del Este hasta América; este primer asentamiento de recién llegados se situó en una zona concreta de la ciudad de Nueva York, a la que se denominó Lower East Side. Una zona que se convirtió en el hogar de miles de familias judías desplazadas y en un ghetto multicultural, y sobre todo fue un lugar en el que la identidad judía intentaba reasignarse tras las persecuciones y pogromos. Anzia Yezierska fue una escritora judía inmigrante que también llegó a Estados Unidos desde Polonia. Antes de ser escritora fue costurera, lavandera y sirvienta, y una vez que nos sumergimos en sus relatos, y si hemos investigado algo sobre su vida, queda claro que lo que está narrando es su propia experiencia. Desde el primer momento además somos conscientes de que Yerzieska está cuestionando el sueño americano, ya que la esperanza de una vida mejor muy pocas veces se veía recompensada una vez llegados a América, debido sobre todo a las dificultades y al hacinamiento de estos judíos en el Lower East Side mientras ocupaban puestos en talleres de explotación y en trabajos en los que apenas eran considerados como seres humanos. ¿Dónde están aquí los campos verdes y los espacios abiertos? ¿Dónde está el País Dorado de mis sueños?" Y esto se lo preguntará una y otra vez Yezierska a través de sus personajes… ¿qué esperanza les quedaba una vez llegados a una América en la que ni una mirada de dignidad se merecían?

 

"Dentro de la ruina de mi vida frustrada, la inmigrante visionaria que no ha podido vivir, tenía hambre y sed de pertenecer a este país. Había llegado como refugiada de los pogromos rusos, soñando con América. No hallé a los Estados Unidos en sus talleres de explotación, y mucho menos en sus escuelas y universidades. Pero las razas perseguidas de todo el mundo durante siglos se habían nutrido con la esperanza de América."



Me han sorprendido muy gratamente estos relatos, porque pocas veces se me había presentado la perspectiva de esta inmigración solo desde el punto de vista femenino, y realmente el retrato que nos presenta Yezierska es muy nítido porque es muy poco habitual en la literatura de la época que todos y cada uno de los relatos venga de la perspectiva femenina: aquí las mujeres no son personajes secundarios sino las que vivirán en primera persona la supervivencia y las consecuencias de la inmigración. No solo procedían de la pobreza y de una sociedad megapatriarcal, sino que cuando llegan a América siguen siendo pobres a pesar del duro trabajo y tienen que seguir enfrentándose al estigma de ser mujer, no solo porque las tradiciones sigan firmemente asentadas en su entorno aunque hayan cambiado de país, sino porque en los años 20 no es que se hubiera avanzado demasiado en el reparto de los roles de género ni en América ni en ninguna otra parte del mundo. Cuando Yezierska llega a América, se enfrenta al hecho de que si no quiere trabajar en un taller de explotación o fábrica, solo le queda la opción de ser sirvienta, costurera o cocinera. Los personajes de sus relatos se rebelan ante esto y querrán formarse: retrata a mujeres muy intensas y nada pasivas, la vena autobiográfica está continuamente presente. Pero como ya he comentado en otras crónicas cuyo tema fundamental es el de la emigración o el exilio, cambiar de país no solo supone un cambió geofísico o logístico sino que el conflicto más importante al que tiene que enfrentarse un desplazado le viene dado a la hora de redefinir su identidad


Ya dentro de las fauces del taller, atronaba el traqueteo y el rugir, el rugir y el traqueteo, la marcha despiadada de las máquinas. Enloquecida y embotada, luchaba para pensar, sentir, recordar: ¿Quién soy yo? ¿Qué soy yo? ¿Por qué estoy aquí?”


La mitología en torno a la tierra de las oportunidades también aparece aquí muy bien reflejada cuando Yezierska presenta a sus personajes todavía en la Europa del Este recibiendo cartas de familiares y conocidos en los que hablan de una tierra dorada en la que mujer es una igual al hombre y en la que no habrá cosacos para controlarlos. Su estilo realista y sencillo presenta todas las perspectivas, desde la hiperexageración de estas cartas en las que se adornaba una vida en una América que no era tan brillante como se contaba, hasta la llegada y el asentamiento en el Lower East Side, en el que tenían que vivir hacinados y apenas tendrían para comer. La emigración como posibilidad de liberación queda en un principio ensombrecida por la durísima realidad conformada no solo por la pobreza sino por la discriminación y la alienación cultural. Este año he leído varias novelas que presentan el tema de la emigración o autoexilio muy bien: La cocina del infierno” de Fernando Morote, Aixomático de Maria Tumarkin o el Job de Joseph Roth, sin embargo, aquí el punto de vista femenino le da una perspectiva también nueva: Yezierska sugiere que la emigración aunque resulte una experiencia traumática y aunque en muchos momentos no se logra salir de esta pobreza, sin embargo el simple hecho de poder imaginar una vida diferente ya puede suponer una forma de resistencia y de rebelión en sí misma.


Por entonces me parecía imposible ir a la universidad, que una obrera rusa ignorante intentara escribir poesía en inglés. Pero como tenía dieciséis años, lo imposible era para mí un imán que atraía los sueños sin solución. Además, mi presente era tan estéril, tan estrecho y asfixiante, que el sueño de lo inalcanzable ea el único oxígeno con el que podía sobrevivir mi alma.”


Anzia Yezierska va mucho más allá de la mera lucha económica, sino que ahonda en la experiencia emocional a la hora de que estas mujeres tomen conciencia de sí mismas, o en la identidad perdida que hay que volver a reconstruir desde los cimientos. Muestra a través de sus relatos, algunos de ellos absolutamente frescos con un ritmo prodigioso y llenos de vida, que el esfuerzo y el trabajo por sí solos no son suficientes, así que Yezierska no disfraza la realidad. Sus protagonistas femeninas no serán mujeres pasivas, no se conforman con la vida que les ha tocado, y una vez llegadas a la Tierra Prometida, se enfrentarán a temas de prejuicios de clase, identidad, aislamiento y choque cultural, barreras estructurales, que convierten este mero desplazamiento en un conflicto todavía más traumático, sin embargo el puro deseo de cambio, las hará avanzar sobre todo psicológica y emocionalmente. Yazia Yezierska será una autora muy interesante desde el momento en que amplía la perspectiva y nos da una visión de la inmigración de principios del siglo XX poniendo a mujeres como guías absolutas de estos desplazamientos y posteriores asentamientos. Trauma, choque cultural, conflicto emocional, búsqueda de identidad, enfrentamiento entre tradición y modernidad, y el lugar de la mujer en una época muy compleja, de todo esto hablará Anzia Yerzieska en un estilo sencillo, directo, en el que la critica social estará siempre en el primer plano.

La traducción del inglés: Israel Irving Roffe-Plakjin


Soy una inmigrante que lleva muchos años viviendo aquí, pero sigo buscando a los Estados Unidos. El país de mis sueños está más lejos de mí ahora que cuando vivía en el país donde nací. Siempre hay algo que se interpone entre el inmigrante y la gente de aquí. Solo ven su piel exterior, y no su alma. No les importa si tiene alma...”

 

 

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